Seis de los 10 testigos que declararon ayer mencionaron a Franco Alejandro Villagra (“Yacalo”) cuando se refirieron al crimen de Constanza Lucía González (“Conty”). Lo hicieron ante el tribunal integrado por Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Juana Juárez, que el miércoles podría dictar sentencia.
El relato más importante fue el de Mariano, quien era amigo, vecino y compañero de colegio de “Conty”, y quien la dejó en la puerta de su casa de Alderetes la mañana del 15 de enero de 2012 cuando la asesinaron. Ambos volvían de un cumpleaños de 15, junto a otros amigos, a bordo de un taxi. “Todavía era de noche, nos bajamos con Constanza en la puerta de su casa. Estábamos esperando a que abran la puerta cuando llegó un primo en auto, ella habló con él dos minutos más o menos y el primo se fue. Le dije que me tenía que ir porque ya era tarde y ella quedó ahí”, recordó el joven de 16 años que pidió que sacaran al imputado de la sala para declarar.
“Como a 15 metros -agregó Mariano- me crucé con este joven, el imputado. Él iba por la misma vereda de ‘Conty’ y yo por la calle. Después escuché un disparo, me di vuelta y él estaba ahí, al lado del cuerpo”, aseguró. El testigo destacó que pudo ver con claridad a “Yacalo” porque las luces de la calle estaban encendidas.
Según declaró Mariano, el imputado salió corriendo. “Yo me fui porque tenía miedo, estaba muy asustado”, expresó el menor. Además de señalar en un croquis dónde había ocurrido cada acción de su relato, el testigo dio una descripción detallada de la ropa que vestía “Yacalo” aquella mañana. “Lo reconocí en la rueda, en la Fiscalía”, afirmó con seguridad.
“Pude ver a este sujeto”
Víctor Andrés Romano es otro de los testigos clave. Se trata del chofer del taxi que trasladó desde la fiesta a la víctima y a sus amigos. “Constanza se bajó en su casa y me dijo que ya le había mandado un mensaje a su mamá, que me retirara tranquilo”, contó Romano. Luego siguió viaje por calle Italia, donde vivía la víctima. “En la intersección con Santa Fe pude ver a este sujeto (el imputado), miré por el retrovisor y ella seguía en la vereda de su casa”, añadió el taxista.
La descripción de “Yacalo” que aportó Romano coincide con la que había dado Mariano. “No vi a otra persona en las inmediaciones aparte de él y un grupo de chicos en la plazoleta de la esquina. Eran las 5.40 aproximadamente”, sostuvo.
Cuando el tribunal le preguntó cómo sabía que esa persona era el imputado, el taxista respondió: “lo reconocí porque es un delincuente conocido en la zona y los remiseros tratamos de identificar a los delincuentes”.
Todos comentaban
Varios de los adolescentes que estuvieron en la plazoleta de la esquina de la casa de “Conty” contaron ante el tribunal que escucharon un disparo, que corrieron hasta que vieron el cuerpo de la víctima y que en ese lugar “todo el mundo comentaba que había sido ‘Yacalo’”.
Mario Rafael Heredia fue uno de los primeros tres policías en llegar a la escena del crimen. “Había muchos vecinos y un chico dijo que podía ser Villagra el autor del hecho. Lo llevamos a la comisaría para que declare”, dijo. En su caso, también conocía a “Yacalo” de antes. “Lo había custodiado en el hospital Padilla una vez que estuvo detenido por robo y tenía una herida de bala”, recordó.
Después de escuchar a todos los testigos, el juez Caramuti enumeró las pruebas instrumentales que quedaron incorporadas a la causa y fijó el miércoles 5 de marzo como la fecha en que se expondrán los alegatos. Cuando el fiscal de Cámara Daniel Marranzino, la abogada querellante Teresita Mendilaharzu y el defensor Roberto Flores concluyan esa instancia, el tribunal comunicará la sentencia. “Yacalo” está acusado de homicidio doblemente agravado. Para ese delito, el Código Procesal Penal prevé la máxima pena.